Me levanto inquieta de la cama, tengo mis manos transpiradas por el sudor, puedo acordarme que soñé nuevamente con vos.Mariposa nerviosa como siempre, he sufrido largos años, y hasta el día de hoy , no me puedo controlar, cualquier temor ajeno me sobrepasa.Suele pasar que intente recordar como tocaba el piano, mientras me mirabas desde el sofá, era todo tan pacifico, me sentía como una pluma volando por la brisa del viento.
Eras vos, y me escuchabas, atento. Te acercabas y la música nos transportaba, no hacia faltan las palabras, no faltaba nada, nos teníamos.Cautivada con tu voz, auque ya no estés, sigo oyendo el sonido de nuestro encuentro, penetrado en mis venas.
Me levanto.
Hago una pausa, me pinto los labios, tomo aquel vaso de vino blanco que compartíamos, lo disfruto por unos instantes.
Tengo que confesarte que el sabor no es el mismo, no, no lo es.
Por cierto, mi piel no esta tan suave y joven como antes, pero es la misma que se rozaba con la tuya, aquella que sentía el calor y el frío constantemente, esa misma que te extraña.
Voy a sacudir la manta llena de polvo que cubre nuestro tesoro.
Me siento, cierro los ojos y comienzo a tocar...
Se que estas conmigo, lo presiento, tengo tanto para decirte , pero solo quiero ... que estes.
Amor , abro los ojos y el vaso desaparecio.
